El proyecto se centra en mejorar la estructura original de la fábrica, un amplio edificio de hormigón con lucernarios y un diseño de planta abierta. El proceso de restauración y transformación implicó una revisión completa de las modificaciones realizadas en la década de 1990, con el objetivo de recuperar el valor intrínseco de la fábrica. Cada intervención se llevó a cabo discretamente, sin competir con la arquitectura original, y se centró en preservar su esencia y autenticidad.
La restauración de la fábrica original no se limitó a la recuperación de elementos arquitectónicos, sino que también se adaptó la estructura para albergar un programa arquitectónico exigente. El diseño interior se concibió para albergar diversas áreas funcionales, incluyendo zonas de producción, oficinas, un showroom y espacios de almacenamiento. Además, se incorporó una espaciosa terraza de observación que servía como espacio de reunión, proporcionaba vistas panorámicas y era un lugar para la relajación.
Un aspecto fundamental del proyecto fue la sostenibilidad. Desde la fase de diseño inicial hasta la construcción, se aplicaron prácticas y materiales respetuosos con el medio ambiente. El uso de una estructura de acero minimalista de color blanco y grandes paneles de vidrio no solo permitió que la arquitectura existente fuera el punto focal, sino que también maximizó la entrada de luz natural y redujo la necesidad de iluminación artificial. Además, se introdujo el color a través del mobiliario y la decoración, lo que permitió la flexibilidad y adaptabilidad de los espacios con el tiempo.